Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100346
Legislatura: 1893
Sesión: 1 de Mayo de 1893
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 24, 246-247
Tema: Reorganización del Consejo de Estado

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. GARCÍA BARZANALLANA: Dispénseme el Sr. Presidente del Consejo de Ministros que, no habiéndome fijado en que S. S. se hallaba presente, me haya dirigido a la Mesa.

El Sr. PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente del Consejo de Ministros.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Es para decir sencillamente que estoy dispuesto a dar gusto a S. S., y por consiguiente, que cuando quiera podrá explanar su interpelación.

En cuanto a los documentos que S. S. ha pedido y los que se hayan remitido, puedo asegurar que si no se han enviado más, es porque no existen. (El señor García Barzanallana: Así lo creía, y así lo he dicho.)

Por lo demás, bueno es que conste que la Presidencia no ha podido ser más diligente para satisfacer los deseo de S. S., porque S. S. habló de que habían trascurrido ocho días, y no hacía ocho días que S. S. había pedido dichos documentos.

A la Presidencia llegó la petición de S. S. el día 27, y después la otra (porque han sido dos las peticiones) el día 29, y hoy, 1 de Mayo ha confesado S. S. que están aquí los documentos; documentos que no se hallaban a mi disposición en la Presidencia; que he tenido que reclamar al Consejo de Estado, y que éste habrá tenido que pedir a la Ordenación de pagos. Ya ve S. S., que, tratándose del trámite en tres dependencias, me parece que no ha sido mucho lapso de tiempo el de tres días que han trascurrido desde que [246] hizo S. S. la petición, hasta que ha sido satisfecha. (El Sr. García Barzanallana: Pido la palabra.)

No digo esto como cargo a S. S. por la impaciencia que reveló el otro día, sino para descargo de la Presidencia del Consejo de Ministros, y para que vea el Sr. García Barzanallana cuán dispuesto está el Presidente del Consejo de Ministros a dar gusto a S. S., lo mismo que a todos los Sres. Senadores.



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